jueves, 19 de enero de 2023

Movie Rewiew Doomsday: el día del juicio (advertencia de spoilets)

 

Movie Rewiew

Doomsday: el día del juicio (advertencia de spoilets)

Junta una chica tuerta cuyo ojo de reemplazo es su cámara de espionaje personal, una multitud de punks post apocalípticos caníbales, al peor estilo Madmax, guerreros medievales con armadura que habitan el castillo de Alucard de Castlevania (con empalados a la entrada y todo) un virus mortal, y finalmente un automóvil de lujo y ¿Qué tienes? Otro de los fiascos que ofrece Netflix: Doomsday: el día del juicio, y es que con tremenda combinación de elementos qué más se podía esperar.

Pareciera que quien escribió el guion, lo hubiera hecho en medio de una mala “chuma” causada por hongos alucinógenos en la cual se preguntaba “¿y qué más agrego para que sea genial?”. Parece una película pensada para un proyecto escolar –ha y me olvide del Gore, con esta sarta de absurdos, no podía faltar el gore que va desde una vaca aplastada por un tanque hasta el infectado que se cola quien sabe cómo en un edificio estatal y descuartiza al guardia para llegar al primer ministro.

Con todo que podemos rescatar de esta película… pues que me motivo a escribir esta crítica (si se puede llamar así). Y pues bien tal vez alguien se salve de ver esta cosa, aunque si disfrutas de películas al estilo Evil Dead, seguramente la vas a disfrutar …. Y mucho

 







Doomsday: El día del juicio (Que bella imagen: sarcasmo)

 

miércoles, 5 de enero de 2022

 

Duelo, sentido de vida y año nuevo

 




Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes.

Khalil Gibran (1883-1931) Ensayista, novelista y poeta libanés.

 

El final de cada ciclo da lugar a un nuevo comienzo y con frecuencia, al terminar el año e iniciar uno nuevo, nos planteamos nuevos propósitos. Estos propósitos dan, de cierta manera, sentido a nuestra vida. Por esto, este nuevo año es una nueva oportunidad para trabajar en ellos o reforzar aquellos que ya tenemos.

Sin embargo, es importante recordar que nuestro sentido de la vida no es único ni invariable, este puede cambiar de acuerdo a nuestra edad, nuestras prioridades, sueños, experiencias o responsabilidades. Por ello, es posible que en algún momento no sepamos qué responder a la pregunta de “cuál es nuestro propósito en la vida, o lo que le da sentido a ella”. Además cada situación reclama una respuesta diferente. Debido a esto, hallar el sentido de la vida no es una tarea fácil, y se dificulta aún más cuando nos encontramos en duelo, cuando se siente que nada tiene sentido tras la muerte del ser querido.

Al inicio del año cuando los medios de comunicación nos “bombardean” con la importancia de hacer ejercicio, comer sano, dormir como mínimo siete horas o emprender; es válido que en medio del duelo sintamos ganas de “hacer nada”, así como también es válido que no nos sintamos culpables por ello. Recordemos que la pérdida genera un profundo vacío y perdemos todo interés por aquello que no esté relacionado con nuestro ser querido o nuestro duelo. Poco a poco podremos ir recuperando “las riendas de nuestra vida”, sin forzarnos ni presionarnos para ello. Cada persona tiene un ritmo y unas prioridades diferentes.

Ayuda recordar aquellas cosas que en algún momento fueron de nuestro interés o pensar en eso que siempre quise hacer y no hice por alguna razón. Puede parecer un poco “egoísta” el que queramos continuar con nuestras vidas cuando nuestro ser querido no está, pero ello no es deslealtad, olvido o traición, por el contrario puede ser “gratitud”, y un homenaje donde honramos su vida, su recuerdo, viviendo nuestras vidas. Estar en duelo no es “firmar un contrato para ser infelices el resto de nuestras vidas”.

Otras estrategias que pueden ayudarnos cuando sentimos que hemos perdido nuestro propósito o el sentido de nuestras vidas son:

          Cultivar nuestro autocuidado y amor propio, por ejemplo mejorando nuestros hábitos alimenticios y evitando lo que pueda hacernos daño como beber en exceso o consumir sustancias psicoactivas. 

          Permitirnos buscar ayuda y recibir orientación profesional en caso de requerirla. Si bien la consulta psicológica no va a darnos la respuesta  a cuál es nuestro propósito o sentido de vida puede orientarnos en su búsqueda.

          Reconciliarnos con nuestro pasado y trabajar en el dolor que no hemos elaborado.

          Responsabilizarnos de nuestros actos y nuestras decisiones sin culpar a los demás de lo que nos ocurre.

          Reconocer las propias capacidades, fortalezas, límites y debilidades (sin descartar que podemos trabajar constantemente en ellas).

          Ser flexible ante aquellos eventos que no podemos cambiar pero recordando nuestra capacidad de decisión frente a cómo responder y actuar.

 

Ante una situación adversa como la muerte de un ser querido podemos adquirir “resentimiento” con la vida, la sociedad e incluso la idea que tengamos de dios; pero también ante estas situaciones de aflicción podemos aprender y crecer interiormente en la medida en que demos un sentido a ese sufrimiento. Para Viktor Frankl, psiquiatra y neurólogo austriaco, “La vida humana nunca, bajo ninguna circunstancia deja de tener sentido y, este sentido infinito de la vida incluye, también el sufrimiento y la agonía, las privaciones y la muerte”.

 

miércoles, 1 de diciembre de 2021

 

2022 RENACE LA ESPERANZA

 

    


 

Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes.

Khalil Gibran (1883-1931) Ensayista, novelista y poeta libanés.

 

Comienza un nuevo año y con él la oportunidad de nuevas posibilidades; sin embargo, cuando se está en duelo el paso del tiempo es aún más incierto, la visión del futuro se hace oscura, los proyectos se acaban y lo que antes interesaba pierde todo valor. Cuando se está en duelo, un nuevo año no tiene nada de nuevo, por el contrario es más de lo mismo: la misma tristeza, la misma soledad y el mismo dolor.

No obstante, esto no tiene por qué ser así, siempre se tiene la opción de comenzar de nuevo gracias a que existe aquello que los hombres han convenido en llamar esperanza.  La esperanza es aquel estado de ánimo que nos sugiere que a pesar de las dificultades, las adversidades y las tristezas, se puede vivir de otra manera. El ser humano es muy sensible en su naturaleza, experimenta múltiples emociones y sentimientos y frente a ellos, en ocasiones, sufre, reflexiona, ama, vuelve a sufrir, se siente derrumbar, se levanta y continúa viviendo. En la esperanza radica la capacidad de las personas de sobreponerse ante las situaciones más inimaginables, gracias a una elección aparentemente sencilla: decidir que eso suceda.

Existe una frase repetida muchas veces desde la psicología existencial, atribuida al psiquiatra austriaco Viktor Frankl: “Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento”. Este doctor experimentó las atrocidades de haber sido encerrado en distintos campos de concentración Nazis durante la Segunda Guerra Mundial, en condiciones extremas de deshumanización y sufrimiento a las que no pudieron sobrevivir su hermano, sus padres ni su esposa, pero que él logró superar gracias a su convicción de que el individuo siempre puede encontrar razones para vivir.

Es cierto que el duelo por la muerte de un ser querido es tal vez una de las experiencias más dolorosas que se puede experimentar en la vida, sin embargo existe la posibilidad de sobrevivir a este hecho, todo depende de la entera confianza en uno mismo y en las propias capacidades, por este motivo la palabra esperanza se puede interpretar como la unión de dos palabras: espera con confianza. Es decir, no se trata de una espera incierta, pasiva; sino la confianza de que en algún momento, no se sabe cómo y no se sabe cuándo, lo vivido cambiará.

Por lo tanto, frente a lo que nos ocurre podemos sentarnos sobre los escombros y lamentarnos amargamente, o podemos, así como lo propone Viktor Frankl, aceptar el desafío de reconstruir nuestras vidas. Vivir un duelo es también realizar un acto creativo; un trabajo a través del cual se toman las riendas de la vida y se da un compromiso consigo mismo y con los que se ama. Un acto que a su vez le rinde un homenaje al ser querido, en el que se honra su existencia no con sufrimiento, como se señala en el poema de Pedro Salinas: “no quiero que te vayas dolor, última forma de amar” sino viviendo la propia vida, aprendiendo a estar en esta realidad sin la presencia física del ser querido, pero consciente de todas sus enseñanzas.

Cada quien que pasa por nuestras vidas deja una huella especial en nuestro corazón, no importa cuánto tiempo se compartió o las experiencias vividas, el amor tejió los hilos de esa relación; seguramente hubo discusiones, enojos y reproches, pero eso hace parte del crecimiento personal. Por lo tanto, aquí y ahora, se tiene la posibilidad de hacerse a un lado y encerrarse en el cuarto oscuro del dolor o elegir frente a cualquier acontecimiento de la vida, por duro que sea, la esperanza de que ello, también pasará.

 

 

 

La marioneta

 

Si por un instante Dios se olvidara

de que soy una marioneta de trapo

y me regalara un trozo de vida,

posiblemente no diría todo lo que pienso,

pero en definitiva pensaría todo lo que digo.

 

Daría valor a las cosas, no por lo que valen,

sino por lo que significan.

Dormiría poco, soñaría más,

entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos,

perdemos sesenta segundos de luz.

 

Andaría cuando los demás se detienen,

Despertaría cuando los demás duermen.

Escucharía cuando los demás hablan,

y cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate.

 

Si Dios me obsequiara un trozo de vida,

Vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol,

dejando descubierto, no solamente mi cuerpo sino mi alma.

Dios mío, si yo tuviera un corazón,

escribiría mi odio sobre hielo,

y esperaría a que saliera el sol.

 

Pintaría con un sueño de Van Gogh

sobre las estrellas un poema de Benedetti,

y una canción de Serrat sería la serenata

que les ofrecería a la luna.

 

Regaría con lágrimas las rosas,

para sentir el dolor de sus espinas,

y el encarnado beso de sus pétalo...

Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida...

 

No dejaría pasar un solo día

sin decirle a la gente que quiero, que la quiero.

Convencería a cada mujer u hombre de que son mis favoritos

y viviría enamorado del amor.

 

A los hombres les probaría cuán equivocados están,

al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen,

sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse.

A un niño le daría alas,

pero le dejaría que él solo aprendiese a volar.

 

A los viejos les enseñaría que la muerte

no llega con la vejez sino con el olvido.

Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres

He aprendido que todo el mundo quiere vivir

en la cima de la montaña,

Sin saber que la verdadera felicidad está

en la forma de subir la escarpada.

 

He aprendido que cuando un recién nacido

aprieta con su pequeño puño,

por vez primera, el dedo de su padre,

lo tiene atrapado por siempre.

 

He aprendido que un hombre

sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo,

cuando ha de ayudarle a levantarse.

Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes,

pero realmente de mucho no habrán de servir,

porque cuando me guarden dentro de esa maleta,

infelizmente me estaré muriendo.

 

Johnny Welch.

martes, 23 de noviembre de 2021

EL SONIDO DEL BOSQUE




EL SONIDO DEL BOSQUE

W Chab Kim y Renee A. Mauborgne





Por allá en el siglo tercero después de Cristo, el rey Ts´ao envió a su hijo, el príncipe T´ai, al templo a estudiar con el gran maestro Pan Ku. Como el príncipe T´ai debía suceder a su padre como rey, Pan Ku se propuso enseñar al muchacho lo básico para llegar a ser un buen gobernante. Cuando el príncipe llegó al templo, el maestro lo envió solo al bosque Ming li. Después de un año, el príncipe debería regresar al templo para describir los sonidos del bosque.

Cuando el príncipe T´ai retornó, Pan Ku pidió al muchacho que describiera todo lo que él pudo oír. “Maestro”, replico el príncipe “yo pude oír el canto de los pájaros cu-cu, el roce de las hojas, el aleteo del picaflor, el sonido de los grillos, el correr de la brisa por la grama, el zumbido de las abejas y la brisa susurrar y aullar”. Cuando el príncipe hubo terminado, el maestro le pidió que regresara al bosque para que escuchara lo más que él pudiera oír. El príncipe quedó confundido por la solicitud del maestro. ¿No había discernido ya todos los sonidos?

Por días y noches, el joven príncipe permaneció sólo en el bosque escuchando, pero él no oyó otros sonidos que aquellos que ya había oído. Luego, en una mañana, estando el príncipe silenciosamente sentado detrás de unos árboles, él empezó a discernir débiles sonidos, pero diferentes de aquellos que ya había oído antes. Mientras con más atención escuchaba, los sonidos se iban aclarando. Un sentimiento de inspiración envolvió al muchacho. “estos deben ser los sonidos que el maestro desea que yo discierna”, reflexionó el joven.  

Cuando el príncipe T´ai regresó al templo, el maestro le preguntó qué más había oído. “Maestro” respondió el príncipe haciendo su reverencia, “cuando yo escuché más de cerca, yo pude oír lo que no se oye: el sonido de las flores cuando se abren, el sonido del sol calentando la tierra y el sonido de la grama bebiendo el rocio matinal”. El maestro movió la cabeza en signo de aprobación. “Oír lo inaudible” enfatizó Pan Ku, “es una disciplina nescesaria para ser un buen gobernante. Sólo cuando un gobernante ha aprendido a escuchar de cerca el corazón de su gente, moyendo sus sentimientos no comunicados, dolores no expresados y las quejas no dichas, puede él inspirar confianza en su gente, entender cuando algo está mal y encontrar las verdaderas necesidades de sus ciudadanos. La muerte de los estados sobreviene cuando los lideres escuchan solo las palabras superficiales y no penetran profundamente en el alma de la gente para oír sus verdadesras opiniones, sentimientos y deseos”.



lunes, 1 de marzo de 2021

Book Review #1 Heike Baum, ¿Está la abuelita en el cielo? Cómo tratar la muerte y la tristeza, España: Oniro, 2003, 46 págs.


 En está ocasión quiero compartir un texto escrito por la pedagoga Heike Baum, quien ha realizado ya varias publicaciones en las que aborda temas relacionados con métodos y recomendaciones para una adecuada crianza de los niños y el manejo de sus emociones, tales como ¡Con ese no quiero jugar! Cómo tratar el rechazo y la discriminación (2003), ¡Estoy furioso! Cómo tratar la cólera y la agresividad (2003).

¿Está la abuelita en el Cielo? (2003), se ocupa de las reacciones de niños entre los 3 y 7 años de edad que han perdido a un ser querido por muerte. De una manera clara y sencilla propone una serie de juegos y dinámicas que pueden llevar a los niños a expresar más fácilmente sus emociones y a elaborar la pérdida.

El libro, sin entrar en tecnicismos exagerados ofrece también al lector un panorama general no solo sobre “la gran despedida”, sino que también habla de las “pequeñas despedidas cotidianas”.

En el mercado existe ya bastante bibliografía sobre este tema, muchas se enfocan en las reacciones de los niños frente a la muerte de acuerdo a su edad, ya que está varía según el ciclo del desarrollo en el que se encuentren; de este modo la percepción de la muerte para un niño de tres años no será la misma que para un niño de 5, uno de 9 u otro que ya sea preadolescente.

Lo interesante de este libro son las diferentes actividades que  pueden realizar uno o varios niños con la compañía y supervisión de un adulto, tanto si se es el cuidador principal o se trata del docente que acompaña a uno o varios niños en duelo.  No obstante, me parece que descuida un poco las reacciones emocionales del adulto, quien muy seguramente también estará en duelo y cuyo trabajo con el niño es posible que también movilice sus emociones.

Hablar de la muerte no es un tema fácil, y con mayor razón cuando este se discute con niños a quienes se les quiere proteger y evitar el mayor sufrimiento posible. El que haya libros pensados para ellos es de un gran valor y más cuando aporta herramientas para romper el silencio y construir nuevas formas de relacionarse con el dolor hasta llegar al punto de una transformación.

Como psicólogo que trabajado con población en duelo de distintas edades, recomiendo la lectura de este libro, el cual no es muy extenso, y como dije anteriormente, de fácil lectura con actividades muy interesantes, sobre todo si se ponen en práctica, entre ellas:

·         Visita al tanatorio o casa de funerales.

Esta actividad como su nombre lo indica consiste en una visita a una casa de funerales en la que un director de servicios puede dar un recorrido a los niños y explicarles el uso de los distintos objetos y símbolos que hacen parte de un ritual funerario. Incluso no sería extraño que los niños quieran acostarse dentro de un ataúd para saber cómo se siente.

·         Rondó (en Latinoamérica esta actividad se conoce como carrusel).

Los niños sentados frente a frente conversan entre ellos sobre un tema o pregunta propuesta por el adulto y luego cambian de compañero.

·         Dejo… que se aleje.

Se construyen unos barcos ya sea de madera u otro material y se pondrán en el agua diciendo qué es aquello que deberán dejar que se aleje o a lo que tienen que renunciar.

Para concluir, podemos decir que si bien este libro no es un manual infalible, es una buena herramienta para comenzar a dialogar con los niños y construir junto con ellos diferentes significados ante la muerte y el dolor.

 

 En el siguiente enlace puedes escuchar el libro completo: 

https://www.youtube.com/watch?v=wbKgjO3L2-E&ab_channel=CristianHakawati




 

 



 

miércoles, 6 de enero de 2021

 

Duelo y fin de año



Hola, me sigo encontrando que muchas personas en duelo se reprochan el que puedan hacer cosas que les genere bienestar, como si fuera una deslealtad, una traición o un gesto de ingratitud a sus seres queridos. Voy a hacer una parodia, no con el ánimo de burlarme de nadie sino para representar la impresión que me genera esto que escucho, Supongamos que Tola y Maruja, dos viejas chismosas han muerto y están en el cielo y desde allá ven a su nieta, y Tola le dice a Maruja, oíste Tola, miran a esta, dizque riéndose y comiendo natilla, y nosotras aquí bien muertas, ea María, no nos quiso ni poquito, eso es que no le dolió, sí mihija tenés toda la razón.

La verdad no creo que esto tenga sentido, que nuestros seres queridos desde el cielo, o donde quieran que estén, estén esperando de nosotros llanto y dolor inconsolable para corroborar que en verdad los amamos, eso a mi parecer sería muy egoísta.

Sí yo fuera el muerto le diría a mis seres queridos, no dejes de vivir, no dejes de amar y sobre todo NO DEJES DE REÍR, siempre encuentra razones para reír, la risa es la mejor medicina, no hablo de burlarse sino de la risa. Cuando hago terapia o coordino un grupo busco en ocasiones que emerja la risa, un rostro que sonríe, es bellísimo.

Y si me equivoco pido a todos los seres queridos de todas las personas que he atendido que se me aparezcan y me den una nalgada, me juego la piel en ello, que no creo que alguien que ama a otro, de verdad, quiera verlo triste, y ojo no digo con esto que no se pueda llorar, llora lo que necesites y por el tiempo que lo necesites, pero por favor no te quedes toda la vida llorando, la muerte, la vida el destino, lo que tu creas no te hizo firmar un contrato para ser desgraciado el resto de tu vida, y si ocurre que piensas un poco menos en este ser especial, no significa que lo estas olvidando, significa que te estas recuperando. Nunca se olvida a quien se ha amado.

No te niegues compartir con otros y no le niegues a otros el poder compartir contigo, viste tus mejores galas, cocina algo rico, su plato favorito, escucha la música que le gustaba a él o ella, haz un brindis en su honor… que vivir tu vida sea el homenaje con el cual honras su memoria.

Y si acaso no quieres o decides no hacer nada, está bien, no te lo reproches, no te sientas culpable, aún no es el momento de mostrarte al mundo, no hacer en ocasiones también es hacer, cómo el animal herido que se retira a su madriguera a cuidar de sus heridas.

 

Con aprecio, Cristian.


Acá te dejo un vídeo que complementa lo que te acabo de decir:



martes, 8 de diciembre de 2020

 

Duelo, navidad y otras fechas especiales

 ¿Qué podemos hacer?





Vamos a enfrentar la navidad, comencemos por plantearnos una situación hipotética: un dialogo imaginario:

-cómo va a ser esta navidad?

-cómo quieres que sea?

quisiera que_____ (pones acá tu respuesta)

Ahora bien, te pregunto, qué vas a hacer para que tu navidad sea ___ (tu respuesta). Pero recuerda, Don Duelo, va a estar acompañándote.


 

Imagina está situación hipotética:

Tú haces una fiesta, y llega alguien a quien no has invitado (como el cuento de la bella durmiente que no invitaron a una de las hadas), este señor Don Duelo, toca tu puerta taque, taque, tu miras por el ojo de la puerta, ha es este señor, no yo no quiero abrirle, taque taque, más duro, se vuelve desesperante y finalmente le abres, el entra y se acomoda a  sus anchas en el salón, y tu como eres una buena anfitriona lo atiendes, pero sucede que él se adelantó la fiesta no era ese día, pero ya no lo puedes echar, qué vas a hacer, bueno adelanta la fiesta, invita a esos otros que tenías planeados: tu familia, tus hobbies, tu trabajo, la risa, etc. las responsabilidades, tu sabrás (ejemplo con los dedos de las manos, el meñique es Don Duelo, los otros dedos son los otros invitados. ) Entonces ya tu energía no está únicamente enfocada en ese señor, sino que se distribuye entre los demás, pero recuerda, no lo ignores él merece la misma atención que tus otros invitados. Retomemos entonces ¿Cómo va a ser esta navidad? no lo sé

-cómo quieres qué sea?

- __ (tu respuesta)

qué vas a hacer para que tu navidad/ fecha especial sea así?

__ (tu respuesta).

Ahora vamos a sumarle una última pregunta: Cómo quieres recordarla.

Entonces las fechas especiales duelen antes, durante y después, aquí estamos hablando del antes: qué vamos a hacer, ya hablaremos del durante (porque estamos en navidad y es una fecha muy larga), hablaremos del después y te preguntaré: "Y cómo fue"

Sabes, nunca había pensado en eso - Exacto, esa es la idea, que pienses en ello, cuando digo que las fechas especiales pueden vivirse o padecerse es precisamente a esto a lo que me refiero, a pensar en ello... ser pasiva o hacerse cargo. Salta cuando llega la ola, o dejo que me revuelque. en el ejemplo anterior, la fiesta, es la vida, a las fiestas llegan todo tipo de personas, unas chéveres y otras no tan divertidas, algunas tú las invitas otras se colan.

Puedes mirar el siguiente vídeo sobre este tema en Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=_bfj2I71nQg&ab_channel=CristianHakawati




 

 

martes, 12 de junio de 2018

¿Te atreves a Soñar?

El nuevo viaje del héroe, como decidí bautizar este blog, tiene su origen en la obra del antropólogo y mitólogo Joseph Campbell, quien en su texto "El héroe de las mil caras” (1949) expone un modelo básico que encontró en muchos relatos épicos de todo el mundo, en el que explica las pruebas a las que está sometido el héroe antes de lograr su transformación.





Mi idea es que tod@s, a nuestro a modo, somos unos héroes en búsqueda de aquello que le dé sentido a nuestra existencia, y así como el héroe debe comenzar su viaje con un sueño, con un deseo o una intención, que mejor manera de comenzar este viaje que con la pregunta: ¿Te atreves a soñar?

A continuación te comparto un video inspirador que te puede ayudar a responder esta pregunta:





Recuerda, no existe tal cosa como "una buena estrella", lo que existe son las elecciones que nosotros hacemos. El que este blog vea hoy la luz se debe a que me dije a mi mismo: "Voy a hacerlo", tomé la decisión y trabajé en ello.

Nuestra vida es solo una, y podemos pasarnos la mayor parte del tiempo diciendo "Me gustaría esto o aquello", cuando en realidad lo que hace falta es hacerlo, correr el riesgo y salir de nuestra zona de confort.




Por este motivo mi invitación es que te atrevas a actuar y descubras todo lo que eres capaz de lograr. A veces solo hace falta dar un paso, saltar al vacío, para descubrir todo tu potencial, hacer como el ave que deja el nido para conquistar las alturas.


A propósito, te comparto un fragmento de "El espejo en el espejo" de Michael Ende, que estoy seguro que te gustará:



"No estaba en absoluto prohibido abandonar la ciudad-laberinto. Al contrario, quien lo lograba era mirado como un héroe, un bienaventurado y su leyenda era contada durante mucho tiempo. Pero eso sólo les estaba reservado a los dichosos. Las leyes a que estaban sometidos todos los habitantes del laberinto eran paradójicas, pero inmutables. Una de las más importantes decía: sólo quien abandona el laberinto puede ser dichoso, pero sólo quien es dichoso puede escapar de él."




Si deseas leer el cuento completo, lo puedes encontrar como un artículo en este Blog


¡Tan solo atrevete!





Recuerda: lo que crees, creas.

¡Gracias por leerme!

En mis próximos post, compartiré reseñas de películas, libros y otras reflexiones que pueden sernos de utilidad para recorrer nuestro camino del héroe.